Masculinidades sostenibles

Masculinidades sostenibles: género y feminismos.

Me gustaría honrar la labor, tanto aquella reconocida como aquella que no lo ha sido socialmente, de tantas mujeres que llevan años, décadas, siglos, sumando granos de arena para transformar la sociedad, transformando la violencia hacia la mujer en formas más equivalentes de relación.

Desde esa labor, que ya tiene mucha historia y recorrido en el ámbito de los grupos de mujeres, nace la necesidad de trabajar también hacia los hombres, pues el feminismo también llama a los hombres. Creo que sin una labor activa de los hombres hacia poner en causa su masculinidad aprendida y los privilegios adquiridos con ella, es como que falta una pata en esta labor de reconstruir la sociedad desde la mirada de las “gafas del género”. Y aquí nace la búsqueda, y un camino compartido con otros compañeros. ¿Cómo construir otras formas de masculinidad más sostenibles con las otras, y por ende con uno mismo? He elegido llamarlas masculinidades sostenibles, porque aquello de nuevas (masculinidades) no me sirve, pues que sea nueva no quiere decir que traiga un cambio ni sea sostenible en un entorno que promueve relaciones equivalentes.

Y también, hacer hincapié en la labor sutil, en esa que tiene que ver con el “machismo cotidiano”, esos patrones o comportamientos de machismo de aparentemente baja señal, que para mí son el caldo de cultivo y el ingrediente que construye una sociedad machista y desigual, que es luego cómplice de “la cultura de la violación”, “la violencia física y estructural hacia la mujer”, etc.

Mi mirada está nutrida de los feminismos, del apoyo de muchas compañeras que me han apoyado en hacer esta labor con grupos de hombres, de una visión transgénero que me ha nutrido profundamente y me ha permitido profundizar más sobre este tema, y de una necesidad profunda vivida en mis entornos cercanos. A su vez, hay veces en que me reta esta labor, a veces “se me cae el mundo a los pies” al ver cuánta labor está por hacer. Y me alegro también de poder estar empezándola y de ser, poco a poco, más chicos en este camino.